Desde pequeñita supe que mi vida estaría conectada con los animales. Mi pasión por ellos ha sido el motor principal de que hoy esté aquí dedicándome a lo que más me gusta: mejorar el día a día de los perros y acompañar a las familias a mejorar su convivencia con ellos.

Durante años, mi camino profesional se ha centrado en otros campos totalmente diferentes al mundo animal, pero mi conexión con los perros y con la naturaleza siempre estaba presente. Así que en 2021 decidí dar el paso y formarme como educadora canina, iniciando así un proceso continuo de aprendizaje, con más de 1000 horas de formación teórica-práctica en diversas áreas de la educación canina (adiestramiento, comunicación y socialización canina, lenguaje canino, etc.). Pero mi aprendizaje no termina aquí, ya que siempre busco nuevas formas de seguir creciendo, tanto en lo personal como en lo profesional. 

Mi recorrido en el mundo del perro ha sido un proceso continuo de retos y descubrimientos. Más allá de enseñarles órdenes, corregir y modificar «malos» comportamientos o utilizar técnicas y herramientas que no tenían en cuenta cómo se sentía el perro (y que para nada conectaban conmigo), me di cuenta de que la clave está en construir una relación basada la confianza y la comprensión. Y si además entendemos que cada perro es único, con sus propias necesidades y motivaciones, y somos coherentes con ellos, podemos generar un vínculo verdaderamente especial, logrando una convivencia que garantice el bienestar de cada miembro de la familia. En definitiva, nunca dejamos de aprender de ellos (y por suerte, tenemos a los mejores maestros en casa: sí, nuestros perros).

Mi compromiso es seguir aprendiendo y evolucionando, para poder ofrecer lo mejor a cada familia y mejorar el día a día de nuestros peludos. Estoy aquí para ayudarte a construir una relación sólida, equilibrada y respetuosa con tu perro, basada en la comprensión mutua y el bienestar de toda la familia.